Pterigión: descripción, causas y opciones de tratamiento para esta lesión ocular

Pterigión: Un panorama general

El Pterigión es una aflicción ocular común que afecta a una gran parte de la población mundial. Se presenta como un crecimiento no canceroso en la córnea del ojo, a menudo en forma de un bulto carnoso o una pequeña ‘ala’. Aunque generalmente es inofensiva, puede causar incomodidad e interferir con la visión. Este artículo proporciona una descripción detallada del Pterigión, sus causas y opciones de tratamiento.

Descripción del Pterigión

El Pterigión es un crecimiento anormal del tejido conjuntivo que se extiende desde la conjuntiva hasta la córnea del ojo. Aunque su apariencia puede ser alarmante, generalmente no es peligroso. Toma su nombre de la palabra griega ‘pterygion’, que significa ‘ala’, debido a su forma a menudo triangular que se parece a una ala pequeña.

Los Pterigión se dividen en tres grados según su tamaño: el grado 1 que solo se extiende hasta la conjuntiva, el grado 2 que invade la córnea y el grado 3 que se extiende hasta el centro de la córnea.

Dependiendo de su gravedad, puede causar varios síntomas, como enrojecimiento, irritación, picazón, sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo y, en los casos más graves, un cambio en la forma de la córnea que puede afectar la visión.

Causas del Pterigión

Las causas exactas del Pterigión no se conocen completamente. Sin embargo, se considera que la exposición prolongada al sol, el viento y los elementos es un factor clave en su desarrollo. Esto se debe a que los rayos ultravioleta del sol pueden causar daño al ADN de las células de la conjuntiva, provocando que crezcan de manera anormal y formen un Pterigión.

Otras posibles causas incluyen la exposición al polvo y los irritantes oculares, así como la falta de higiene ocular. Además, las personas que viven en el ecuador o cercanos a él tienen un mayor riesgo de desarrollar Pterigión debido a su mayor exposición a los rayos ultravioleta del sol.

Tratamiento del Pterigión

El tratamiento del Pterigión varía en función del tamaño y la gravedad de cada caso. En los casos leves, pueden usarse lágrimas artificiales para aliviar los síntomas de sequedad e irritación. Si este crecimiento se vuelve más grande y comienza a afectar la visión o la calidad de vida del paciente, puede requerirse cirugía.

Una de las técnicas quirúrgicas más comunes utilizadas para eliminar el Pterigión es la excisión simple. Sin embargo, esta técnica presenta un alto riesgo de recurrencia, por lo que a menudo se complementa con la sutura o el pegamento de tejido autólogo.

Otro método comúnmente utilizado es la cirugía con bisturí de plasma, un método que ofrece un menor índice de recurrencia comparado con la excisión simple. Los avances en la tecnología médica también han visto el desarrollo de tratamientos con láser y radiación para tratar el pterigión.

Preguntas Frecuentes sobre el Pterigión

¿El Pterigión se considera una enfermedad ocular grave?

No exactamente. Aunque puede ser molesto y afectar la calidad de vida de un paciente, el Pterigión generalmente no es una amenaza para la vida y rara vez es grave. Sin embargo, en los casos graves en los que el Pterigión crece para cubrir la pupila, puede causar una disminución significativa de la visión.

¿Existen medidas de prevención para el Pterigión?

Sí. Como el Pterigión se asocia con la exposición al sol, la mejor manera de prevenirlo es proteger los ojos de los rayos UV. Esto se puede lograr utilizando gafas de sol que bloqueen los rayos UVA y UVB, usando sombreros con ala ancha y minimizando el tiempo que se pasa al sol.

¿Cuánto tiempo toma recuperarse de la cirugía del Pterigión?

El tiempo de recuperación varía de un paciente a otro, pero generalmente, los pacientes pueden volver a sus actividades normales dentro de una o dos semanas después de la cirugía. Sin embargo, el tiempo total de recuperación puede tomar entre uno y tres meses.

¿Es la cirugía la única opción para el tratamiento del Pterigión?

Solo para los casos más graves. Para aquellos que tienen un crecimiento pequeño y que no afecta su visión, a menudo se opta por opciones no quirúrgicas como el uso de lágrimas artificiales y la protección ocular. Si el crecimiento se vuelve problemático, la cirugía puede ser la mejor opción.

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